El viernes 18 viajamos de Busan a Seul, pero llegamos un poco tarde, la ciudad nos quedaba lejos para hacer ida y vuelta en un ratito, asi que nos sacrificamos y nos quedamos en el hotel comiendo buffet libre de comida oriental y occidental...Pan, vino, pasta, carne y sushi..mezcla no muy saludable para el cuerpo pero si para el alma que luego de 12 días de arroz y cía, ya pedía algo más familiar. El vino era mendocino!
Eso sí, el sábado arrancamos temprano hacia el centro.
La modernidad y dimensiones de las estaciones de subtes sobrepasaron todas las que habiamos visto con anterioridad. Obviamente a esa altura todavía nos esperaba Tokyo para seguir sorprendiendonos con sus medios de transporte, pero las estaciones de Seul parecen inaguradas ayer!
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