Nada de prender el carbón temprano. Acá te sentás en la mesa con la variedad de platitos de entrada ya dispuestos, y esperás que venga el mozo a abrir la llave de gas y poner la carne (en general de cerdo).
Como es más finita que un meñique se hace en minutos.
Después vienen,te lo cortan, y reaparecen solo para asegurarse que lo das vuelta a tiempo, o para limpiar la parrilla.
Y a falta de pan....buena es la lechuga! Todo se come envuelto en hojas verdes.
Y a nuestro alrededor, ambiente de sábado a la noche, grupos de amigos, parejas, risas y bastante griterío.
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